.

Real Madrid planta su bandera y se apodera del liderato de LaLiga

Ni Girona, ni Real Madrid defraudaron. En un partido vibrante, digno de lo que estaba en juego, los merengues dieron un golpe sobre la mesa. Cierto es que se trata, apenas, de la octava jornada. Pero, también lo es, que a pesar de exhibir un récord de siete victorias y una derrota, el aluvión de críticas no fue normal. Tan es así, que nada más salir la alineación, volvieron a llover los alaridos de esos técnicos de teclado. Sin embargo, ahí estaban Ancelotti y los suyos para callar bocas donde tenían que callarlas, sobre el césped.

No fue fácil, pero sí fue toda una exhibición de pegada. La posesión del primer tiempo cayó del lado del Girona, 52% a 48%, pero no el marcador. Primero, Joselu, ese “catorce” tan desmeritado continuamente por el empeño en colocarlo como sustituto de Benzema. El canterano se ocupó de hacer valer una asistencia magistral del “fichaje” de la temporada para el Real Madrid, Jude Bellingham. Luego, y ¡al fin!, Tchouameni pudo hacerse presente en el marcador con un magnífico centro colocado por ¿quién más?, el incombustible Toni Kroos.

Durante la previa, el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, lo advirtió: “El año pasado nuestra Liga estaba acabada cuando llegamos allí. No fue una buena noche. Mañana no va a pasar lo que pasó la temporada pasada”. Y, ciertamente, no pasó.

En el segundo tiempo, el apagafuegos que fichó el Real Madrid para cubrir la inesperada ausencia de Thibaut Courtois, justificó la apuesta. Kepa Arrizabalaga se transformó en un muro infranqueable para los de Míchel. Mención aparte para un Eduardo Camavinga que volvió a responder, esta vez, como lateral izquierdo. Vinicius Júnior aún está en período de engranaje y adaptación, pero dejó destellos de su calidad innegable. Dani Carvajal colocó orden en la banda derecha, regresando de lesión. Jude Bellingham colaboró con el tercer gol del partido. Pero, por encima de todo, el bloque merengue trabajó como uno solo. Lo único para lamentar, la tarjeta roja a Nacho, más aún, con la ausencia de David Alaba.  

El Real Madrid, a pesar del varapalo del derbi, logró culminar un mes de septiembre sumamente difícil, tal y como lo comenzó. Nuevamente líderes de LaLiga y, desde la otra orilla, los detractores de oficio tendrán que esperar, al menos, una jornada más. Un cero a tres por demás contundente que dice mucho. En un par de días, la Champions League porque esto no para.  

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

P