Cada vez son más los jugadores de fútbol profesional que sufren una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla. Esta temida lesión tiene en la enfermería a un total de 18 jugadores entre LaLiga y LaLiga Hypermotion. El último en sumarse a esta larga lista ha sido Gavi, tras lesionarse frente Georgia el pasado domingo.
En la pasada temporada, fueron 13 los futbolistas, de la liga española, que tuvieron que pasar por el quirófano por esta dolencia. En la actual campaña, son ya cinco los afectados. Por lo tanto, es posible que la cifra siga aumentando y se superen los datos de la temporada 2022/23. Las posiciones más castigadas son las zonas de ataque y, sobre todo, la portería. Son muchos los porteros que la han sufrido, como Víctor Valdés, Sergio Asenjo en cuatro ocasiones y, de forma reciente, Thibaut Courtois. También, resulta interesante la mayor probabilidad de romperse el cruzado en mujeres que en hombres. Uno de los motivos biológicos es la mayor laxitud en la rodilla femenina, aunque el principal problema es la limitación en el acceso a programas de entrenamiento de fuerza.
No existe una única causa para esta lesión, sino un conjunto de factores complejos. Desde el punto de vista científico, se produce por un movimiento de ‘rotación con rotación’, es decir, un desplazamiento de la rodilla mientras el pie está sujeto en el césped, o por una ‘hiperextensión forzada’, al girar bruscamente la rodilla hacia atrás. Sin embargo, existen otros condicionantes deportivos que aumentan el riesgo en el jugador. Uno de los más importantes, es el incremento de partidos y entrenamientos en temporadas cada vez más congestionadas. Además, la duración de los partidos ha aumentado, siendo un 5% superior que hace cinco años. Igualmente, resulta interesante comparar el número de minutos disputados por profesionales de corta edad actualmente y en años anteriores. Futbolistas como Beckham o Ronaldinho, a sus 20 años, acumulaban 829 y 1549 minutos, respectivamente, mientras que Pedri o Gavi superan los 9000 minutos con esa misma edad.
Esta epidemia de roturas de ligamentos cruzados tiene que servir para que las instituciones deportivas tomen medidas para su prevención. Es fundamental que el calendario de las grandes ligas europeas no esté tan congestionado y la carga de partidos sea menor. De igual forma, se debería de fijar un periodo de descanso obligatorio después de finalizar la temporada y evitar grandes desplazamientos durante el periodo estival. Con estos límites, se conseguiría proteger la salud del jugador.