Con la reciente defunción de las fases de grupos en competiciones europeas, muchos medios deportivos se han esforzado en explicar el funcionamiento del nuevo sistema. El conocido como “método suizo” llegará la próxima temporada a los tres campeonatos que se juegan bajo el manto de la UEFA. No obstante, el futuro de estos torneos todavía está en el aire, y explicaremos a continuación el porqué.
La reforma de la UEFA sobre sus competiciones cambia radicalmente el panorama europeo tal y como lo conocemos. No ha habido una modificación tan importante desde la antigua Copa de Europa, que consistía en eliminatorias directas entre los representantes de las ligas del continente. Como punto de partida, el número de equipos participantes se amplía a treinta y seis. La fase de grupos se sustituye por una liga entre todos estos clubes. No obstante, no se tienen que enfrentar todos entre sí, sino que se asignan ocho rivales a cada uno. Una vez jugados los partidos, la clasificación definirá quién pasa a octavos directamente (del primer al octavo clasificado), y quién lo hace a una ronda previa (del noveno al vigésimo cuarto). Por otro lado, los eliminados no cambian de competición, es decir, los que caen de Champions no van a la Europa League.
No obstante, toda esta modificación puede quedar en nada. Aunque parecía olvidado y extinto, el tema de la Superliga sigue muy presente. Lo cierto es que, hasta ahora, la idea solamente permanecía congelada. Todavía, puede tirar por tierra todo el trabajo realizado por la UEFA para hacer más atractivas sus competiciones. El 21 de diciembre será la fecha que decida el porvenir de las competiciones continentales, ya que el Tribunal Superior de Justicia Europea comunicará su decisión sobre si el máximo organismo de fútbol europeo y la FIFA monopolizan la práctica de este deporte. De ser así, las competiciones europeas actuales y la Superliga podrían convivir, o no.
Para convencer a más equipos, la Superliga ha realizado cambios en su estructura. Ahora, el formato que presentan es una competición “abierta, de 60 equipos”. La empresa que hay detrás del proyecto, A22, así lo hizo saber. Ella es la que denunció a UEFA y FIFA ante este Tribunal, a razón de un “atentado” contra uno de los principios básicos de la Unión Europea, el libre mercado. De este modo, el proyecto de Florentino Pérez y compañía está muy vivo, y, como venimos diciendo en el artículo, esta fecha puede suponer un antes y un después en la historia del fútbol.
De por sí, el cambio de formato en las competiciones europeas pone en tela de juicio el futuro de los mismos. Si la decisión que el Tribunal tome favorece a la Superliga, aparecerá un escenario de gran incertidumbre. Los clubes estarían jugando sus ligas locales sin saber si el año que viene habrá campeonatos de la UEFA, o si disputarán como invitados la Superliga. Puede que ambas coexistan y compitan entre sí, o alguna de su brazo a torcer y desaparezca. Lo que está claro es que es una semana clave para el fútbol europeo.