Las prórrogas, cada vez más, son objeto de debate a causa del aumento de partidos. Las piernas cada vez pesan más, los jugadores se lesionan con más frecuencia, y todo ello, en un partido decisivo, puede ser clave. No obstante, hubo un tiempo en el que se intentó implementar el gol de oro en el tiempo extra. El Deportivo Alavés sufrió las consecuencias de aquel nuevo método en la única final europea que ha disputado. En este artículo, vamos a repasar la hazaña de “El Glorioso” en la Copa de la UEFA.
La temporada 00/01 fue la primera vez que los “babazorros” viajaron por Europa. Se ganaron la clasificación tras un magnífico sexto puesto. El Deportivo Alavés comenzó su camino hacia la gran final en Turquía. Los blanquiazules hicieron bueno el empate a cero en Mendizorroza y ganaron tres a cuatro en tierras otomanas. En las dos fases siguientes, el equipo tuvo que viajar a tierras escandinavas, concretamente a Noruega. Los resultados logrados de visitante hicieron pasar ambas. Contra el Lillestrm ganaron uno a tres y empataron a dos en Vitoria. Mismo marcador en el estadio del Rosenborg, tras el empate a uno siendo local el conjunto vasco.
Salir se le daba bien a los vitorianos, que hasta esta ronda habían marcado trece goles. No obstante, el sorteo no fue benévolo con los “babazorros”, que tuvieron que enfrentarse al Internazionale en la ronda de octavos. El resultado ante los italianos, en Mendizorroza, fue de tres a tres. Pese a que a veinte minutos del final los visitantes estaban dos goles por delante, los vascos lograron el empate por medio de Téllez e Iván Alonso. El partido de vuelta en el Giuseppe Meazza pasó a la historia del equipo blanquiazul. Pese a que los locales salieron con Frey, Zanetti, Laurent Blanc, Recoba y Vieri, no fueron rivales para los vascos, que vencieron por cero a dos. Seguían siendo implacables fuera de casa.
La siguiente ronda ya fue repasada en Desde El Córner, cuando contamos la experiencia europea del Rayo Vallecano. El Deportivo Alavés avanzó tras un global de cuatro a dos, y alcanzó las semifinales. La siguiente ronda ante el Kaiserslautern está escrita con letras de oro en la historia de los “babazorros”. Pasaron a la final por un global de nueve a dos. Cinco goles en casa, y cuatro de visitante para los vitorianos, que aplastaron al equipo alemán, que por aquel entonces era un habitual de las competiciones europeas.
El Deportivo Alavés volvió a Alemania para disputar la gran final. Se celebró en el Westfalenstadion de Dortmund. El rival era el Liverpool de Gerrard, Hyppia, Owen, Carragher y compañía. Los ingleses habían dejado atrás al FC Barcelona, uno de los favoritos para llevarse el campeonato. Ya en el partido, y pese a que el conjunto vasco no fuese por delante en el marcador en ningún momento, supo competir de tú a tú a los “reds”. Al descanso, el resultado era de tres a uno, pero todavía quedaba un mundo. Dos goles rápidos de Javi Moreno en cuatro minutos empataron el partido. A falta de un cuarto de hora, Robbie Fowler marcó el cuatro a tres. Casi en el descuento, Jordi Cruyff anotó el empate a cuatro. El partido se encaminó a la prórroga.
La final de la Copa de la UEFA se convirtió en el escenario idóneo para definir el tiempo extra con la regla del gol de oro. Aquel equipo que anotase un tanto más, ganaría el partido y, por consiguiente, el título. Lamentablemente para los “babazorros” y para el fútbol español, ese fue el Liverpool. Un desafortunado gol en propia puerta de Geli, a cinco minutos del final, dio el trofeo a los ingleses. El cansancio hizo mella en los vitorianos, que sufrieron dos expulsiones en el encuentro. Después de este partido, no se volvió a usar el gol de oro en una final.
Se suele decir que nadie se acuerda de los subcampeones, y que el que pasa a la historia es siempre el vencedor. Pero, con el Deportivo Alavés no fue así. Su hazaña, es recordada como un ejemplo de superación. Todavía, el equipo vitoriano sigue siendo el que más goles ha marcado en las rondas eliminatorias del torneo. Además, es el debutante que más lejos ha llegado. Como dijo Mané, el técnico “babazorro” en aquella final, “fue un equipo pequeño el que hizo grande la competición”.