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El Rayo y su extraña clasificación europea

Se dice que la Europa League es la Champions de los equipos más modestos. En España cobra sentido, ya que el número de clubes diferentes que se han clasificado a esta competición, es mucho mayor que en el de la Liga de Campeones. No obstante, la participación del Rayo Vallecano en la segunda competición europea, guarda razones que hoy día son imposibles de ver. Ahora, en Desde El Córner, las averiguamos.

El conjunto de la franja participó en la Copa de la UEFA 00/01. El Rayo no debió haber disputado el torneo continental, pues quedó noveno en la campaña anterior. Entonces, ¿por qué participó? Antes, la UEFA sorteaba dos plazas entre los equipos más nobles y mejor colocados en la tabla. De todos los posibles, uno de los agraciados fue el Rayo Vallecano de Juande Ramos, que de esta manera debutó en competición europea gracias al Juego Limpio. Sin embargo, el acceso era para la ronda previa. La primera parada en esta trayectoria europea fue Andorra. La liga local era muy débil y era una buena oportunidad para avanzar. Así lo hicieron, global de dieciséis a cero para la franja ante el Constelaciò. 

Lo serio comenzaba después. Dos viajes consecutivos a tierras escandinavas. Primero, el Molde noruego, donde la victoria fuera de casa por cero a uno hizo pasar al Rayo. La segunda, contra el Viborg danés. Esta vez, el triunfo clave fue en el Estadio de Vallecas, por aquel entonces llamado Teresa Rivero, por la mujer del presidente Ruiz Mateos. El dueño de Nueva Rumasa compró el club en 1991, colocó a su esposa de presidenta y le puso su nombre al recinto. Hasta 2011, al campo se le llamó así. El logo de la empresa, la clásica abeja amarilla y negra, lució en la camiseta del club vallecano.

Continuando con el viaje europeo del club franjirrojo, el Lokomotiv de Moscú fue su siguiente rival. Ya los nombres comenzaban a asustar, pero el Rayo no se amedrentaba. Dos a cero en casa, tras un empate a gafas en el frío invierno ruso. Con Julen Lopetegui en portería y el contundente Ballesteros en defensa, el conjunto vallecano recibió en la siguiente ronda al Girondins de Burdeos. El doblete de Quevedo y los tantos de De Quintana y Míchel dejaron muy encarrilada la eliminatoria contra los franceses. El actual entrenador del Girona era toda una leyenda en el barrio, y va camino de serlo también en los banquillos.

La última eliminatoria del Rayo Vallecano merece un párrafo aparte. Fue contra un rival muy conocido para ellos, el Deportivo Alavés. La trayectoria de ambos en la competición aseguró que un equipo español jugara las semifinales. Los de Vitoria, como veremos en otro jueves, hicieron un torneo histórico. El conjunto vallecano no pudo hacerles frente en Mendizorroza, donde cayeron por tres a cero. En la ida, el uno a uno hizo pasar a los babazorros a sus primeras, y hasta ahora únicas, semifinales europeas. 

Como indicamos al principio del artículo, esta competición permitía a equipos con menos tradición europea soñar. Ahora, el formato quita protagonismo a estos soñadores para dárselo a los que caen de la Champions, como si de un premio de consolación se tratase. A partir de la próxima temporada, la situación vuelve a cambiar. Los terceros de grupo ya no bajarán a Europa League, y clubes como aquel Rayo podrían repetir estas gestas.

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