Fenway Sports Group (FSG), la asociación norteamericana que dirige el Liverpool, ha vendido una participación minoritaria a Dynasty Equity. Se trata de un grupo de inversión deportiva estadounidense, que consigue entrar en uno de los equipos históricos del futbol inglés. De esta forma se desmienten los rumores sobre una posible venta total del club.
El conjunto inglés confirmó el año anterior que estaba abierto a inversiones externas y este jueves ha comunicado el acuerdo alcanzado. Se trata de un contrato cuyo valor oscila entre los 80 y los 160 millones de libras (115-185 millones de euros). El destino de esta firma no será entrar en una guerra de fichajes con el resto de equipos. Se utilizará para pagar la deuda bancaria adquirida durante la pandemia de COVID-19 y los gastos de capital realizados para mejorar Anfield. Además, se construirá el Centro de Entrenamiento AXA y se recomprará el campo de entrenamiento de Melwood.
El actual déficit bancario del club alcanzaba los 150 millones de libras, por lo que FSG buscó alguna solución para eliminarla, como la entrada de un nuevo inversor. En este caso no se buscaba un cambio de dueños en el conjunto británico como sí ha ocurrido en otros equipos. Uno de los ejemplos más sonados ha sido el intento de venta del Manchester United por parte de los Glazers. También se produjo, recientemente, la venta obligada del Chelsea por parte de Roman Abramovich, debido a sus relaciones con Rusia.
Esta venta minoritaria no afectará a la toma de decisiones internas, ya que será una colaboración pequeña y pasiva. Sin embargo, no se descarta que se lleven a cabo otras operaciones de expansión entre ambas empresas en un futuro cercano. Como consecuencia de esta entrada de capital, el club podrá mantener en su plantilla a jugadores de gran nivel como Mohamed Salah, Virgil van Dijk o Alisson Becker.