Estrenamos sección en Desde el Córner. Cada martes y cada jueves que haya competición europea, repasaremos algunas de las aventuras continentales de los equipos de LaLiga. Los martes serán los espacios para contar aquellas hazañas de los españoles en la UEFA Champions League. Mientras que los jueves, los protagonistas serán aquellos clubes que disputaron alguna vez la UEFA Europa League, la Copa de la UEFA o la Recopa de Europa.
Hasta veintiocho clubes han representado a España en competición europea. En esta ocasión, partimos desde las Islas Baleares. El RCD Mallorca ha salido a competir por Europa hasta en cinco ocasiones. Disputó una Recopa, llegando a la final y quedando como subcampeón. No obstante, esta historia la dejaremos para un jueves, pues hoy toca hablar de su aventura en la Champions League.
La primera vez que los bermellones disputaron la máxima competición europea fue en la temporada 99/00. Garantizaron su presencia para la fase previa cuando, una temporada atrás, acabaron en tercera posición. Además, fueron campeones de la Supercopa de España, por lo que fue una campaña para el recuerdo que acabó con el premio de la clasificación. No obstante, la aventura no fue muy duradera, pues cayeron contra el Molde. Pese a la decepción, el Mallorca siguió compitiendo en Europa jugando la Copa de la UEFA.
Dos temporadas más tarde, el Mallorca regresó a la Champions League. Esta vez, lo hizo por todo lo alto. De nuevo, una tercera plaza en la competición liguera les dio la oportunidad de acceder a la fase previa. En esta ocasión, de Baleares se viajó a Split para una dura eliminatoria con el Hadjuk. La derrota por uno a cero, en Croacia, trajo malos recuerdos. Podía repetirse una eliminación, como sucedió ante el Molde. Se temía que la decepción de no alcanzar la fase de grupos por primera vez en la historia ensombreciese la temporada de nuevo. Sin embargo, el conjunto bermellón se hizo fuerte en Son Moix y logró darle la vuelta, venciendo a los visitantes. Los goleadores fueron los más reconocibles para todos nosotros: Samuel Eto’o y Albert Luque.
Una vez superada la previa, llega la ilusión y la emoción por ver aparecer la bolita con el nombre del Mallorca. ¿Qué destinos esperan en esta primera experiencia? Los baleares tuvieron mala fortuna con sus rivales de grupo. Panathinaikos, Arsenal y Schalke 04 fueron los equipos que lucharon con el Mallorca por los puntos. Rivales duros, pero viajes muy interesantes. Dos grandes capitales como Londres y Atenas, con parada en Gelsenkirchen.
El primer encuentro del Mallorca fue contra el Arsenal, en Son Moix. Es uno de esos partidos que se espera toda la semana. Rápidamente, se le puso de cara al conjunto balear cuando Ahsley Cole fue expulsado en la primera parte. Con los ánimos subidos por este resultado, esperaba el Panathinaikos en Atenas. El duelo no sería nada fácil, pues los griegos vencieron a los alemanes, dando la sorpresa. También lo hicieron contra los baleares. Volviendo a la isla, los resultados con el Schalke fueron muy dispares. Triunfo en el Veltins Arena, y derrota contundente en Son Moix. La vuelta contra el Arsenal en Highbury se antojaba decisiva. Un buen resultado podría acercar al Mallorca a la siguiente fase. No obstante, el conjunto londinense venció con un incontestable tres a uno.
A la última jornada del grupo, el Mallorca llegaba con seis puntos, mientras que el Schalke tenía tres. El empate o la victoria servía a los baleares para acceder a la UEFA, pero tenían delante al Panathinaikos, que había perdido sólo un partido. Finalmente, se despidieron de la Champions ganando al equipo heleno por uno a cero. De no haber logrado el triunfo, habrían quedado eliminados de las competiciones europeas, pues el Schalke 04 venció al Arsenal.
El Mallorca acabó tercero con nueve puntos, igual que el Arsenal. El partido en Londres finalmente sí fue decisivo. No obstante, en la Copa de la UEFA, los baleares no superaron los dieciseisavos al caer en la eliminatoria contra el Slovan Liberec.
La aventura bermellona por la Champions dejó encuentros memorables para el aficionado. Al final, lo que siempre permanece en el recuerdo es escuchar los acordes del himno de la Champions en tu estadio. Tener la experiencia de ver al club de tu tierra competir contra los grandes de Europa no tiene precio.