Llega el momento, para el Real Madrid, de enfrentar lo que se vislumbra como un rocoso mes de febrero. Como prueba de ello, nada más gráfico que tener que disputar el primer encuentro del período contra el Getafe de José Bordalás. Un equipo que define a la perfección lo que se avecina para el conjunto merengue en LaLiga. Eso sí, al mismo tiempo, es una oportunidad de oro para los dirigidos por Carlo Ancelotti. Es el momento de apoderarse del liderato sin esperar por el resultado de nadie más. Esto porque el partido corresponde a la vigésima jornada del torneo, que fue postergada para todos aquellos participantes en la Supercopa de España. A un punto del Girona, en caso de ganar, quedarían con dos puntos de ventaja en solitario.
La rueda de prensa, previa al enfrentamiento señalado, comenzó con un Ancelotti hablando del partido en sí: “Crucial, muy duro. Pero el equipo está bien y plantearemos un gran partido. Somos sólidos, jugamos bien al fútbol, contundentes. Será exigente, pero tenemos la confianza intacta. Es crucial, repito [..] Es complicado jugar contra ellos porque está muy bien organizado y es peligroso. Mayoral lleva 14 goles, son directos, contundentes, agresivos en los duelos. Es un equipo que me gusta mucho y quiero felicitar a mi amigo Bordalás. Fantástico trabajo […] Él venía aquí cuando no entrenaba, pasábamos tiempo juntos y hablábamos de fútbol. Compartimos la idea de este deporte, es un amigo. Y le tengo mucho cariño”.
Ante la situación del técnico del FC Barcelona, Xavi Hernández, y sus comentarios con respecto a su salida y la presión que le supone el banquillo, Ancelotti no se dejó atrapar. Acerca de ello señaló: “Sólo quiero decir una cosa y no quiero comparaciones. Tenemos un trabajo fantástico, con presión, es normal. Yo respeto a todos, sus palabras y pensamientos. Sea Xavi o quien sea […] Entiendo su decisión […] Respeto sus decisiones y sus pensamientos. Ya está, no quiero comparaciones”.
Ancelotti sorprendió a la sala de prensa cuando dijo dónde sintió mayor presión: “Al principio de mi carrera, en Segunda División, en Italia. Ahí me costaba mucho manejar el estrés, hasta el punto de decirle a un asistente que no iba a llegar al 2000. Y estamos en el 2024 y aquí sigo. Poco a poco te acostumbras y entiendes que la presión es la gasolina para hacer mejor el trabajo”.
De una posible renovación de Luka Modrić, el técnico del Real Madrid prefirió no entrar: “Es una leyenda de este club. Lo que decida, estará bien”. Tampoco adelantó, en esta oportunidad, quién será el portero titular para el partido: “Hoy no lo puedo decir, lo siento”. Y, de Vinicius, y posibles conversaciones con él para trabajar la parte personal: “No hablo con él, lo veo entrenando y está como siempre. A nivel futbolístico ha llegado a su mejor nivel, bien físicamente, aportando mucho. Siempre es muy peligroso. A veces lo intenta cuando no debe, pero esa es su fuerza. Debe hacerlo”.
Con relación a Modrić, Ancelotti ahondó en el tema de sus calentamientos durante los partidos. Una situación que ya había abordado a la salida del encuentro en Las Palmas: “Dije lo que pienso, nada más. Un joven como Güler si calienta y no juega, no pasa nada. Pero Modrić, con 39 años, cinco Champions y siendo una leyenda… no puedo hacerlo. Él lo sabe”.
El técnico del Real Madrid también habló de Arda Güler: “Progresa bien, cada día está mejor físicamente, acostumbrándose a la intensidad de este fútbol. Ahora está bien y tendrá minutos. Pero, como dije, hay que ser pacientes con él… (ríe). Entiendo que hay mucha presión sobre él, porque todo un país, Turquía, quiere verlo jugar en el Real Madrid, pero el niño tiene 18 años. Llegará su hora”.
Tal y como era de esperarse, una rueda de prensa donde el tema de Xavi Hernández ocupó una buena parte. Sin embargo, afortunadamente, también hubo abundantes referencias al encuentro en sí. Tal vez, la importancia del mismo, que le puede dar el liderato al Real Madrid, privó en el ánimo de las preguntas. Lo de Modrić y la portería prometen seguir siendo temas recurrentes. Pero, sobre todas las cosas, este febrero puede definir en mucho el alcance de los objetivos. Y, el Getafe, será una gran medidor acerca de lo que vendrá.