Mejor prevenir que lamentar. Esta ha sido la política del Real Madrid, y su primer partido en la Champions League no iba a ser la excepción. El club toma acciones para evitar que se repita un episodio como el vivido por su eterno rival, el FC Barcelona. Los azulgranas tuvieron que vivir su partido contra el Eintracht de Frankfurt con un Camp Nou plagado de camisetas rivales. Para los merengues, ese es un escenario a evitar al enfrentarse contra un conjunto alemán.
Si bien es cierto, el Real Madrid tendrá un rival diferente, el Unión Berlín, para nadie es un secreto el poder de movilización alemán. En virtud de ello, ya entregó 3.840 entradas a su rival que se agotaron, como era de esperar, en apenas unas horas. A partir de ahí, el club bloqueó las IP alemanas para evitar la compra de tickets en otros sectores diferentes al ya asignado. Al menos, así lo informó el diario teutón, Bild.
Tal y como se mencionó al comienzo, el fantasma de lo sucedido con el Eintracht está muy presente. En aquél entonces, 30.000 alemanes inundaron las gradas culés que provocaron que los azulgranas jugaran su partido como si fuesen visitantes. En este caso, el Real Madrid ha cumplido el protocolo. Con un aforo de casi 65.000 personas y la estimación de la UEFA de una asignación de un 5% de entradas para los visitantes, las cifras cuadran perfectamente. Así que, a partir de ahí, el resto de los tickets no podrán ser adquiridos desde Alemania. Cariño hacia la hinchada madridista que vive en el país germano, sin duda que lo hay. Pero, mejor prevenir que lamentar… Y, por los vientos que soplan, no sería de extrañar que Portugal e Italia tengan la misma situación cuando les toque. Sporting de Braga y Nápoles ya tienen “sus barbas en remojo”.