La medida tomada por el París Saint-Germain, de bajar a Kylian Mbappé del avión de la gira a Japón, no será la única. Una situación que no es más que una crónica de una muerte anunciada, parafraseando al célebre Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Tras la medida tomada, hace menos de 24 horas, el entorno del jugador ya tiene muy claro el panorama que le espera. Algo que ya debían de prever, dados los antecedentes del club conformado con capital catarí. Mientras tanto, el Real Madrid observa la situación.
De acuerdo con el medio francés Le Parisien, órgano que suele utilizar el PSG para difundir informaciones, la situación está perfectamente clara. El entorno del jugador ya fue notificado directamente, para que no queden dudas. Kylian Mbappé tiene dos opciones, o renueva su vinculación contractual, o debe salir vendido. En caso de negarse y quedarse hasta agotar el año de contrato que le queda, verá la temporada desde la grada.
Aquellos que puedan poner en duda la medida, no conocen lo que significa el orgullo catarí. Si aún mantienen algún titubeo, Adrien Rabiot puede darles una clase magistral al respecto. Así como en mayo del año pasado, Mbappé decidió recular en su decisión de fichar por el Real Madrid, ahora, debe tomar otra decisión trascendental. Por un lado, puede quedarse para exprimir los millones que aún le falta por percibir entre contrato y primas. En caso de hacerlo, no deberá importarle entonces pasar un año viendo los encuentros desde la grada. Si bien es cierto, su cuenta bancaria lo agradecerá, habrá que ver el impacto que ello le causa a su imagen. Una que no quedó muy bien parada con el parapeto que le montó a Florentino Pérez.
No olvidemos tampoco que Mbappé también podrá apelar al señorío del Real Madrid. Ese que él obvió hace un año, pero que sabe está ahí presente. El presidente de los merengues es el mismo que pagó un traspaso importante por un Eden Hazard al que solo le quedaba un año de contrato. Todo en aras de la buena relación entre clubes y no perjudicar, ni al jugador, ni al Chelsea.
El PSG no es que lo merezca, pues bastantes palos ha dirigido hacia Chamartín. Pero, es lo que tiene tratar con gente decente que, en casos como este, tiene ventajas importantes. Además, el jugador seguro tiene muy presente que, en 2024, hay algo que se llama Eurocopa y otro asunto denominado Juegos Olímpicos. Este último, nada más y nada menos que en París. Así que el señor Mbappé tiene mucho que pensar, mucho a lo que apelar, todo por creerse los cantos de sirena de Nasser Al-Khelaïfi y Emmanuel Macron. Mientras tanto, el Real Madrid con algo de atención en París, pero el foco principal en la pretemporada.