Durante el mes de agosto del 2022, una noticia, por demás sorprendente, comenzó a circular. La progresión de los acontecimientos evolucionó a una velocidad alarmante. En cuestión de días, se fraguó uno de los traspasos más sorpresivos del mercado, si no el que más, en las filas del Real Madrid. Casemiro abandonaba el club para poner rumbo a la Premier League. Allá, en tierras inglesas, le esperaba el Manchester United. Una oferta irrechazable para el jugador y un traspaso importante, monetariamente hablando, para el club merengue. Una despedida llena de emociones y el comienzo de una nueva etapa que, próximamente, cumplirá un año.
Casemiro recordó aquél momento en una entrevista concedida al medio brasileño Placar. Acerca de esos días y cómo se dieron las cosas, habló el brasileño: “Primero hablé con mi familia, quienes lo aceptaron de inmediato. Era la oportunidad de dejar un gran club, en lo más alto. Mi edad todavía me permitía tener esa hambre de seguir ganando. En dos o tres años, no hubiera dejado el Real Madrid para irme a otro grande. No tendría esa ambición de cambiar de liga y apalancar otro club gigante. Fue el momento ideal”.
Con relación a la acogida recibida en Manchester, Casemiro indicó: “Claro que todos quieren cariño y respeto, quieren marcar una época de títulos. Pero, no imaginé que sería tan rápido, esto es muy gratificante y ha sido sorprendente. Todo el mundo en el club siempre ha sido muy cariñoso. Me sentí querido desde el primer día, lo cual no fue fácil después de estar diez años en el Real Madrid. Es el resultado del trabajo en el campo, fue una mezcla muy buena de hinchas, empleados, jugadores, y eso ha sido muy importante para mi adaptación”.
Para sorpresa de algunos, poco conocedores de la influencia de Casemiro en un vestuario, el centrocampista se ubicó como uno de los líderes del equipo. El brasileño no elude su responsabilidad: “Para ser honesto, me gusta tener este papel, sí. Ser líder, ser como un padre, me gusta dar ejemplo, ser el primero en llegar. Me gusta hacer este trabajo. El brazalete de capitán no es más que un símbolo. Pero, los jugadores tienen la responsabilidad de hablar con el árbitro, con los jugadores. Me gusta ser ese jugador ejemplar”.
A sus 31 años, no le falta razón a Casemiro cuando indica que salió en el momento justo. Con cinco Champions a cuestas, si quería enfrentar retos diferentes, el momento escogido fue el adecuado. En otro cualquiera, tampoco hubiese dejado, en las arcas del Real Madrid, los 85 millones de euros que aportó, sumando fijos y variables. La CMK quedó con solo dos exponentes que, aunque lo recuerden con cariño, han sabido adaptarse. A partir de ahora, Kroos y Modrić ya asumen un rol más determinante en la formación del mediocampo merengue del futuro. De hecho, al respecto, el alemán indicó: “Estamos para que los demás se sientan seguros. Si algo he aprendido, es que para jugar bien hay que estar cómodo y yo, con él, me siento así”. Así que sí, es realmente cierto. O era hace un año, o nunca.