Literalmente, del cielo al infierno. De comenzar la temporada como el más valioso de la Supercopa de Europa, a lesionarse en el entrenamiento previo a la segunda jornada de LaLiga. Jude Bellingham estará fuera de los campos de juego por un mes, aproximadamente, y ni Real Madrid ni Inglaterra podrán contar con sus filigranas en el césped durante ese tiempo. Y, como no podía ser de otra manera, el inglés utilizó sus redes sociales para expresarse.
Bellingham quiso compartir su sentir con los fanáticos y señaló: “No hay nada que odie más que perderme partidos, pero trato de ver el lado positivo. Tal vez mi cuerpo me esté diciendo que necesita un poco más de descanso después de un año ajetreado. Estoy muy frustrado, pero apoyaré a los muchachos como un fanático hasta que pueda volver a unirme a ellos en mi mejor forma. Gracias por sus mensajes de preocupación y apoyo. ¡Mucho amor y Hala Madrid!”.
El parte médico del Real Madrid, tras el entrenamiento, ya mostraba que lo de Bellingham no era un simple golpe. El comunicado indicaba: “Tras las pruebas realizadas hoy a nuestro jugador Jude Bellingham por los Servicios Médicos del Real Madrid se le ha diagnosticado una lesión en el músculo delgado plantar de su pierna derecha. Pendiente de evolución”. Al momento de comparecer ante los medios de comunicación, Carlo Ancelotti aún no manejaba la información. Poco después pudo conocerse que la lesión puede dejar al inglés fuera del césped por un mes.
Hace menos de dos semanas, el centrocampista del Real Madrid mostraba su disposición y optimismo. En aquél entonces apuntaba: “No me importa dónde jugar. Tampoco era delantero el año pasado. Hoy he caído un poco a la izquierda, pero el fútbol fluye. Me siento cómodo en cualquier posición para ayudar a mi equipo. Es más fácil marcar goles si juego más cerca de la portería contraria, pero tal vez esta temporada me tendré que adaptar. Me parece bien, quiero hacerlo bien […] Haré lo que quiera Ancelotti. Jugaré en cualquier sitio, no hay problema […] Afortunadamente siempre estaré involucrado en ayudar al equipo a ganar y eso es lo más importante para mí”.
Ahora, por más duro que pueda parecerle al inglés, su rol cambiará pero no el objetivo. No ayudará en el césped, pero sí animando a sus compañeros. Una labor tan encomiable como cualquier otra. Y, aquél que lo dude, que vea cómo Kepa Arrizabalaga conquistó los corazones madridistas. El año pasado, el vasco tomó la iniciativa para apoyar a Lunin en una batalla fratricida durante los penaltis de los cuartos de final de la Champions League. Allá, en suelo inglés, el guardameta demostró lo que significa labor de equipo. Algo que, sin temor a equivocarme, de seguro lo llevará a cabo el vigente Golden Boy, Jude Bellingham.
Por lo demás, ya lo advertían Ancelotti y Carvajal, antes de la Supercopa. En el caso del italiano: “No puedo pensar que los mismos jugarán 70 partidos”. Y, el de Leganés: “Es imposible mantener un nivel óptimo con 70 partidos”. Así que con lo dicho, lo visto y lo previsto, esta temporada será para remar en aguas turbulentas. Rezar y prepararse, no hay otra. Por los momentos, Bellingham y Camavinga…