Conforme pasan los años, aquellos ídolos de nuestra infancia que jugaban en los equipos que seguíamos van abandonando la práctica del fútbol. Algunos, optan por apartarse totalmente del deporte rey, pero otros siguen relacionándose con él. Se suele decir que uno se hace mayor cuando sus jugadores preferidos pasan de ser futbolistas a entrenadores. En este artículo de Desde El Córner hablaremos de un delantero de época, Wayne Rooney.
El futbolista es natural de Liverpool, y se enroló en las categorías inferiores del equipo que representa el lado azul de la ciudad. En su temporada de debut con los “toffees” tuvo una alta participación, pues disputó treinta y siete partidos, anotando ocho goles. Con ellos, jugó dos temporadas antes de marcharse al Manchester United. Todavía, en redes sociales, circula un vídeo de uno de sus primeros tantos en el que el narrador dice, muy acertadamente: “Wayne Rooney, remember the name”.
La premonición de aquel periodista se convirtió en realidad en la 04/05, cuando el Manchester United lo fichó a cambio de treinta y siete millones de euros. Estuvo con los “red devils” de Sir Alex Ferguson nada más y nada menos que once años. Acumuló todo tipo de títulos, en la que sin duda fue la última edad de oro del equipo mancuniano. Levantó cinco ligas, una Champions League, cuatro Copas de la Liga, una FA Cup y una Europa League. En lo personal, doscientos cincuenta y tres goles en quinientos sesenta partidos. No cabe duda de que es una auténtica leyenda. En la memoria de todo aficionado al fútbol queda su gol de chilena en un Derbi de Manchester.
Rooney, fuera de los terrenos de juego, ha sido protagonista de peleas en bares y todo tipo de comportamientos controvertidos. Cuando decidió abandonar a los “red devils”, la liga de Estados Unidos, MLS, le sedujo. De esta forma, el jugador británico se enroló en las filas del DC United. Allí estuvo dos campañas, y dejó para el recuerdo una jugada en la que se recorre todo el campo para evitar un gol a portería vacía, robar el esférico, colocar un centro medido para asistir en el tanto que le dio la victoria a su equipo sobre la bocina. No se puede decir que el inglés no dejó huella en la liga.
Regresó a Inglaterra en un rol muy típico del fútbol británico, el de jugador entrenador. De esta manera, el primer cargo como técnico de Wayne Rooney fue el Derby County. No obstante, su experiencia no fue nada positiva. El histórico club recibió una sanción de veintiún puntos por la FA, a consecuencia de unos impagos. Pese a ello, el equipo estuvo a punto de hacer la machada y salvar la categoría, aunque finalmente no lo logró. Por otro lado, el exfutbolista decidió dejar el cargo y no continuar tras el descenso.
Su siguiente paso fue el DC United, club donde jugó. Sus resultados no fueron muy positivos, doce victorias, once empates, y dieciséis derrotas. Sin embargo, la polémica viene a continuación. En la temporada actual, ha sido nombrado entrenador del Birmingham City en la jornada diez. Es una situación similar a la que ya comentamos con Arda Turan en el anterior artículo. En él, contamos que el turco aceptó el cargo de técnico en un equipo que no parecía necesitar un cambio. Con Wayne Rooney, sucedió exactamente lo mismo, pues antes de su llegada, el club se encontraba a dos puntos del playoff de ascenso. Ahora está a siete. La afición, de momento, no está nada contenta con la decisión de relevar al anterior manager.
De nuevo, encontramos una polémica por un nombramiento inoportuno, relacionado con un exfutbolista de gran reputación. Está claro que haber sido jugador garantiza oportunidades como entrenador y abre ciertas puertas. No obstante, y como ha sucedido con el protagonista de hoy, a veces los momentos elegidos para ello no son los indicados. Se están viendo casos similares como el de Pirlo, Lampard o Gerrard. Pese a ello, seguirán siendo ídolos de nuestra infancia, aunque queda la duda de que lo vuelvan a ser en sus nuevos roles.