En el fútbol italiano hay numerosas rivalidades en cada una de las distintas regiones del país. A estas, se les conoce con el término «campanilismo». Generalmente, estos choques entre vecinos trascienden más allá del fútbol, y se remontan a enfrentamientos históricos, ideológicos, culturales e incluso económicos. No obstante, partidos como la Juventus contra el Napoli, o los «bianconeri» contra el Inter, se consideran derbis sin ser de la misma ciudad. En el caso de hoy, y aprovechando que se enfrentan esta noche, trataremos la enemistad entre los de Turín y la Fiorentina.
Ambos equipos son de ciudades muy turísticas y de gran relevancia en la historia moderna de Italia, pues fueron grandes centros de poder. La Juventus domina en el país, pero se dice que en Turín lo hace el Torino Por otro lado, la Fiorentina está sola en su urbe, y su rival más directo es el Empoli, con el que disputa el derbi toscano. Sin embargo, la gran cantidad de traspasos de futbolistas desde el combinado viola a la Vecchia Signora, es el principal motivo de la feroz enemistad.
Recientemente, el diario «Tuttosport» ha sacado una portada muy polémica, señalando que la nueva ciudad deportiva de la Fiore, conocida como «Viola Park», la ha pagado la Juventus. Seguramente, el reputado medio italiano se referirá a los numerosos traspasos que recientemente se han dado entre estos conjuntos. Si echamos la vista atrás, podemos nombrar varios jugadores que pasaron del morado al blanquinegro, como Vlahović, Federico Chiesa o Bernardeschi. Incluso otros como Chiellini o Felipe Melo hicieron el mismo trayecto años antes.
La Fiorentina ha respondido con dureza a este titular, publicando en redes sociales que, al menos, no se inventan plusvalías. Con estas declaraciones, el conjunto «viola» hace referencia a la última sanción que ha recibido la Juventus. Esta, le dejó sin competir en Europa, ya que la campaña pasada clasificó a la Conference League. De hecho, sus rivales de hoy son quienes han ido en su lugar. Parece que la polémica ya está servida sin ni siquiera haber comenzado el partido. No obstante, esta rivalidad tiene su origen mucho más atrás en el tiempo, y tiene nombre y apellido: Roberto Baggio.
Si bien hubo más intercambios entre ambos equipos antes de este fichaje, el de Baggio por los «bianconeri» fue la gota que colmó el vaso. El talentoso diez italiano se marchó, en 1990, de la Fiorentina a la Juventus, por la cifra de diez millones de euros. Rompió todos los récords de valor de traspaso en aquella época. Fue tal la desilusión y el enfado que produjo en los aficionados florentinos, que hubo disturbios en las calles de la ciudad. Al final, el futbolista acabó jugando en muchos más equipos italianos como el Inter, el Milan, la Sampdoria o el Bologna.
De esta forma, el partido entre Fiorentina y Juventus es más que un encuentro entre dos equipos. Detrás, se esconden este tipo de «traiciones» que se repiten casi cada mercado. En Florencia, confían en que la nueva ciudad deportiva potencie al club, y los jugadores formados allí prefieran jugar de morado a hacerlo de «bianconeri». En definitiva, parece que en Italia no hace falta ser vecino para llevarse mal. Que se lo digan a Lukaku, que se marchó del Inter a la Roma, y su antigua afición le recibió con música de viento en el Guiseppe Meazza.