Tras un noviembre con altos en LaLiga, bajos en la Champions League y una lista de lesiones en aumento, el Real Madrid prepara su recorrido por el mes de diciembre. No la tendrá fácil, pues le esperan siete encuentros, cinco de ellos en la carretera, fuera del Santiago Bernabéu. Uno de ellos supondrá la definición del segundo título de una temporada complicada, la Intercontinental. En el torneo local vuelve a depender de sí mismo, producto de sus victorias que se sumaron a los resbalones del líder. Y, si bien es cierto, en la máxima competición europea aún mantiene esa tónica de que con sus propios resultados le bastaría, hay sus bemoles. La clasificación directa a octavos está casi imposible, así que debería conformarse con entrar al playoff. Uno que supondría, en caso de superarlo, jugar la vuelta de los mejores dieciséis como visitante.
Las lesiones diezmaron por completo la plantilla. Por un lado, perdió a Éder Militão por el resto de la temporada, producto de una nueva lesión de cruzado, esta vez, en su pierna derecha. En el trayecto perdió a Lucas Vázquez y a Rodrygo Goes en el mismo partido del brasileño. Días antes había caído Tchouameni y, por si esto fuera poco, Vini Jr se lesionó previo al encuentro contra el Liverpool, escenario donde luego perdió a Camavinga. De todos ellos, ya el gallego reapareció en Anfield y Ancelotti adelantó que Aurélien y Rodrygo podrían volver para comenzar el mes. Sin embargo, lo de “Vini” y “Cama” podría tenerles un mes en dique seco.
Noviembre dejó un partido suspendido contra el Valencia, como consecuencia de la DANA. En LaLiga obtuvo sendas victorias contra Osasuna, cuatro a cero, y Leganés, cero a tres. Siete anotaciones en dos partidos que hacían presagiar un repunte. Sin embargo, en la Champions, perdió en casa, contra el Milan, nada más comenzar el mes, por uno a tres. Y, en el cierre, derrota dos a cero contra Liverpool, en Anfield, que puso en duda ese resurgir. Frente a los italianos, el Real Madrid desentonó por completo. No así en Inglaterra donde realizó un primer tiempo aceptable. Sin embargo, la poca eficacia de Mbappé, tanto en el juego, como en el cobro de un penal, lastró las posibilidades de llevarse algo positivo.
Ahora, comienza un diciembre con su primer partido en casa, situación que no volverá a repetirse hasta la víspera del receso navideño. Los cinco encuentros entre uno y otro serán en calidad de visitante. En total, cinco por LaLiga, incluyendo el adelanto del enfrentamiento de la jornada 19, debido a la Supercopa de España. Los otros dos, uno vital en la Champions League, además de la disputa de la Intercontinental, con rival aún por definir.
En cuanto al calendario merengue de diciembre, ya son conocidas las fechas y los horarios, tras las publicaciones realizadas por parte de LaLiga, UEFA y FIFA. En esta oportunidad, sin parón de selecciones, estas son las siguientes:
Domingo 01/12, Real Madrid vs Getafe, 16:15h.
Miércoles 04/12, Athletic Club vs Real Madrid, 21:00h.
Sábado 07/12, Girona vs Real Madrid, 21:00h.
Martes 10/12, Atalanta vs Real Madrid, 21:00h.
Sábado 14/12, Rayo vs Real Madrid, 21:00h.
Miércoles 18/12, Real Madrid vs Rival por definir, 18:00h.
Domingo 22/12, Real Madrid vs Sevilla, 16:15h.
En resumen, un diciembre que puede traer consigo el segundo título de la temporada, pero donde los merengues deberán apelar a algo más que el fútbol. Garra, coraje y unión deberán sumarse para poder navegar con el karma de las lesiones a cuestas. No es la primera vez que esta plantilla y este club lo hacen. Pero, de un modo u otro, esas características deben inocularse a un apagadísimo Kylian Mbappé.
El apoyo del grupo, cuerpo técnico incluido, es fundamental en la tarea. Sólo así, este Real Madrid revivirá las epopeyas del pasado, la última de ellas muy cercana, que le llevó a ganar LaLiga y la Champions League el curso anterior. Muchos parecen haberla olvidado, incluso buena parte de ese madridismo disfrazado de exigente para tapar la falta de criterio. Ese que es muy hábil para hablar de salud mental, pero que la olvidan cuando se trata de los suyos. O ese que no recuerda que la vida se trata de altos y bajos, como si ellos estuviesen siempre en la cresta de la ola. Por mi parte, ahora más que nunca, en el mismo barco… ese que en mayo volverá a estar a reventar.