Más allá de los tres puntos conseguidos por el Real Madrid y la resurrección futbolística de Rodrygo, lo mejor de la jornada fue la reaparición de Éder Militão. En la primera fecha de LaLiga, precisamente contra el mismo rival, el Athletic Club, el brasileño sufrió la rotura del cruzado de su rodilla izquierda. Ahora, 232 días después, el central volvió a formar parte de la alineación merengue, aunque fuese por escasos momentos. El tiempo transcurrido desde la lesión y el que estuvo en el campo son lo de menos. Lo importante es que volvió sano y a tomar sensaciones.
Ya Ancelotti lo había dicho en la rueda de prensa, tras la victoria del Real Madrid: “Militão es uno de los mejores defensas del mundo y que haya vuelto es importante. Necesita tiempo para adaptarse un poco mejor al juego, pero lo importante es que está con nosotros. Le necesitaremos en los próximos partidos y en el tramo final de la temporada. Un jugador que está tanto fuera y regresa es una emoción positiva para el vestuario. Todos sus compañeros le han felicitado”. Una felicidad compartida por el propio jugador: “Siento mucha alegría y felicidad por el apoyo de la afición. Cuando he salido a calentar, su apoyo me ha dado una alegría que no puedo explicar”.
Militão agregó: “He pensado mucho en este momento. Han sido días difíciles, pero ahora toca disfrutar. Mi vuelta tenía que ser aquí, en casa. Además, frente al club contra el que me lesioné. Volver contra ellos para mí es una felicidad […] Tenemos un grupo que no se puede describir. Es de una grandeza… te apoyan, te ayudan y entrar y recibir su cariño es un honor. Pienso en todas las personas que me ayudaron, desde fisios hasta los familiares. Ha sido un momento muy difícil. Ahora, a por el City”.
Con la reincorporación de Éder Militão, el Real Madrid dispondrá de una pieza de gran importancia de cara al tramo final de la campaña. Aún es pronto para decir cuándo volverá a estar en un once inicial. Pero, lo que sí es cierto es que, 232 días después, el brasileño vuelve a disfrutar y, con él, también lo hace el madridismo.