Las decisiones arbitrales siempre generan polémica en el mundo del fútbol. No solo entre los aficionados de los equipos, también entre los jugadores y los entrenadores. En esta ocasión, el debate ha tenido lugar en un encuentro de la Premier League. Un fallo del colegiado ha provocado su descenso a una categoría inferior durante esta jornada.
El protagonista ha sido el reconocido Anthony Taylor. Durante el encuentro que enfrentaba al Wolverhampton con el Newcastle United, señaló una pena máxima inexistente. En las repeticiones se pudo comprobar que el jugador Hwang-Hee Chan no cometió ninguna infracción punible sobre Fabian Schar. A pesar del error a pie de campo, el VAR no intervino para corregir al árbitro principal. Esto supuso un aumento del enfado del técnico Gary O’Neil, que valoró lo sucedido como “una decisión escandalosa”.
El ‘grosero’ penalti señalado supuso el 1-2 en el marcador por parte del Newcastle United, influyendo de manera decisiva en el empate final. Al finalizar el encuentro, toda la sociedad futbolística hablaba sobre lo sucedido. En general, las críticas iban dirigidas tanto al colegiado principal como al responsable de la sala VAR. Sin embargo, el castigo impuesto por la liga inglesa solamente ha recaído sobre Anthony Taylor. La sanción consiste en dirigir, este fin de semana, el encuentro Preston North-Coventry City de la Segunda División Inglesa (Championship). Este hecho no es la primera vez que ocurre en Inglaterra. Anteriormente, el árbitro asistente Adrian Holmes sufrió esta misma sanción, tras anular erróneamente un gol en el encuentro Liverpool-Hull City.
En definitiva, el colectivo arbitral es observado detenidamente por la comunidad futbolera y cualquier acción polémica generará numerosas críticas. Por este motivo, las ligas se deben de mostrar tajantes ante decisiones erróneas y, de esta forma, garantizar la igualdad en el juego. Además, servirá para recordar a los árbitros que no están exentos de sanciones, al igual que jugadores y cuerpo técnico.