Con la llegada del VAR, se han realizado numerosas modificaciones y ajustes en el reglamento. Uno de ellos, es el tiempo añadido a consecuencia de lo que se tarda en revisar una jugada. Sin embargo, la estrategia de dejar correr el cronómetro ha existido siempre, pero ha aparecido una nueva idea que puede ponerles fin.
Últimamente, varios entrenadores, jugadores, medios de comunicación y expertos del fútbol han teorizado sobre cómo solucionar el alargue de los partidos. Recordamos los descuentos eternos que hubo en el Mundial, donde prácticamente se jugaba una prórroga tras alcanzar el minuto 45 o el 90. Como los calendarios cada vez están más cargados, el hecho de que los encuentros sean tan largos perjudican tanto al espectáculo como a los futbolistas.
Se ha barajado la posibilidad de jugar dos partes de treinta minutos a tiempo parado. Incluso, algunos entrenadores, desesperados por las pérdidas de tiempo de sus rivales, lo han expuesto en sus ruedas de prensa. A la tardanza de los árbitros por revisar las jugadas polémicas, se suma el tiempo que un futbolista gasta en abandonar el campo en una sustitución,. También cuando le atienden en el césped por una lesión. De esta forma, la MLS, la liga de los Estados Unidos, ha decidido buscar una solución para cortar con estas demoras del juego.
Para las sustituciones, la norma es clara. Si el futbolista tarda más de diez segundos en abandonar el terreno de juego, el cambio es cancelado. No se podrá producir hasta dentro de un minuto. A raíz de ello, el equipo que comete la infracción está condenado a jugar con uno menos. Desde luego, es una norma impactante y que pretende eliminar estas situaciones tan desesperantes. Tienen pensado introducir esta nueva regla para la siguiente campaña y, quién sabe, si puede ser importada hacia Europa.
La otra propuesta se centra en las pérdidas de tiempo cuando atienden a un jugador dentro del césped. Si el posible lesionado se encuentra en el suelo más de quince segundos, el árbitro parará el partido. Luego, dará entrada a los servicios médicos del club. Es entonces cuando los sanitarios exploran al jugador. Una vez que se compruebe el alcance de la lesión, se procede con su tratamiento fuera del rectángulo de juego. No podrá volver a entrar hasta pasados, como mínimo, dos minutos.
En el país del “soccer” quieren exprimir al máximo el espectáculo. Así lo hacen en los demás deportes nacionales como el hockey sobre hielo, el béisbol, el fútbol americano o el baloncesto. Sin embargo, esta mentalidad, diferente a la europea, parece que es la adecuada para tomar estas decisiones que tanto cuestan en el Viejo Continente. El tiempo dirá si estas medidas son efectivas y salen adelante, pero de momento parecen prometedoras.