La catarata de fichajes desde Arabia Saudí no parece detenerse. Un aluvión que comenzó con la llegada de Cristiano Ronaldo, tras su salida del Manchester United, y que en este mercado no ha parado. Karim Benzema, N’Golo Kanté, Koulibaly, Roberto Firmino y Marcelo Brozović son solo algunos de los nombres que ya han puesto rumbo a la península arábiga. Pero, no parece que sean los únicos, a menos que resistan los millones que les ofrecen, tal y como hizo Luka Modrić. Ahora, los objetos del deseo son, nada más y nada menos, que Paul Pogba y Bernardo Silva.
En cuanto a Paul Pogba, que actualmente milita en la Juventus, podría poner rumbo hacia Al Ahli, mismo destino que ya tomaron Firmino y Mendy. De acuerdo con La Gazzetta dello Sport, la oferta rondaría los 100 millones netos por tres años. Su actual equipo no vería el asunto con malos ojos y pretendería un traspaso de unos 10 millones. En su caso, las dudas con respecto a su estado físico serían una de las principales trabas en la operación.
El tema de Bernardo Silva es más llamativo, considerando que milita en el actual campeón de la Champions League, el Manchester City. Detrás de sus servicios estaría Al Hilal, que ya fichó a Rubén Neves y Koulibaly. En su caso, la oferta sería de 150 millones netos por tres temporadas, de acuerdo con la información de CBS. Pero, además, el equipo árabe pagaría un traspaso de unos 70 millones de euros. Nada mal por un futbolista que, a pesar de su gran rendimiento, ha estado en la agenda para marcharse en los últimos mercados. No hay que olvidar el “supuesto” interés del Barcelona en hacerse con sus servicios. El problema del conjunto culé lo sabemos la mayoría y no es más que las finanzas.
Seguramente de aquí al cierre del mercado seguiremos escuchando acerca de otros nombres. Por lo pronto, por su trascendencia, Paul Pogba y Bernardo Silva están copando la escena. Pero, no hay que desanimarse pues, de seguro, van a aparecer otros para mantenernos ocupados. Ya no cabe duda de que la marcha de Cristiano Ronaldo animó a muchos a seguir su estela. Algo que no sonaba muy factible en las primeras de cambio, pero el portugués representa lo que representa, aunque algunos se empeñen en negarlo.